Alerta ante el riesgo de los perfumes falsos
La falsificación de productos de estética y perfumería vuelve estar de nuevo en el punto de mira. Si bien son ampliamente conocidos los riesgos de determinados componentes utilizados en estos productos falsificados, una nueva investigación viene ahora a ratificar este hecho. En este caso, ha sido Stanpa – Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética la organización encargada de desvelar cómo los ingredientes y composición que hay detrás de algunos de los perfumes más falsificados del mercado suponen un riesgo para la seguridad y salud de los consumidores.
A través de un análisis de laboratorio, se ha podido comprobar que los perfumes falsificados contienen gran cantidad de agua como base, hasta un 50%, y etanol industrial o de baja pureza como disolvente. Frente a los más de 80 componentes que tiene un perfume original, las falsificaciones no suelen tener más de 20 ó 25 y en muchos casos diferentes del original.
Pero la cuestión más preocupante es la existencia de productos nocivos. En alguna de las muestras analizadas se encontraron compuestos prohibidos, como el etilenglicol y las falsificaciones carecen de protección UV (ultravioleta), lo que puede dar lugar a fotodegradación y generar sustancias de riesgo para la salud que podrían provocar dermatitis, reacciones alérgicas, manchas en la piel, etc. Ante estos riesgos potenciales, además, los consumidores no están protegidos, ya que no podrá reclamar a nadie si percibe algún daño o perjuicio al no haber una empresa que se haga responsable del producto, así como tampoco podrá identificar el componente causante de la posible reacción o alergia.
Recomendaciones para identificar los perfumes falsificados
Para distinguir entre los productos originales y falsificados, Stanpa lanza una serie de recomendaciones útiles a la hora de identificar las falsificaciones, que se suman al consejo general de adquirir el producto en un establecimiento oficial:
- Espuma en el perfume. Si se agita un perfume falso suele producir espuma que permanece algún tiempo.
- Cánula. El pequeño tubo que permite sacar el perfume de su envase suele ser más largo o excesivamente dilatado en las falsificaciones.
- Frasco. En los perfumes falsos, se pueden observar las juntas en el cristal o envase.
- Plástico de embalaje del perfume. El pliegue es más irregular y no está perfectamente tenso, si se fricciona suele sonar.
- Cartonaje. El cartón del envase suele ser de baja calidad y con imprecisiones en su impresión.
- Etiquetado. Las referencias, como el listado de ingredientes, el código de barras o el número de lote, en ocasiones no aparecen o son incompletas.
En España, las falsificaciones hacen perder al sector español de la perfumería y la cosmética un 17% de sus ventas anuales, un porcentaje que dobla la media europea y que representa 949 millones de euros al año. Se estima además que el impacto en el empleo es de más de 50.000 puestos de trabajo perdidos en toda Europa.