Rejuvenece tu piel con el ácido hialurónico
El ácido hialurónico es una substancia presente en nuestro organismo -sobre todo en la piel, articulaciones y cartílagos- que se va perdiendo con el paso del tiempo. De hecho, se calcula que a los 50 años solo disponemos de la mitad de nuestro capital de ácido hialurónico. Aunque la investigación sobre los beneficios de este producto se remonta a la década de los años 80, es en la actualidad cuando se está produciendo el mayor auge en cuanto a tratamientos médicos y estéticos que lo utilizan, y se prevé que su aplicación sea incluso más importante en el futuro.
Actualmente, el ácido hialurónico es una sustancia común en la composición de cremas cosméticas antiarrugas y antienvejecimiento, ya que tiene la propiedad de atraer y retener el agua, por lo que es muy efectivo como rehidratante y reconstituyente. Pero para aprovechar al máximo sus propiedades, el tratamiento más efectivo consiste en inyectarlo directamente bajo los pliegues y arrugas del rostro, ya que la sustancia penetra en las capas más profundas de la piel, aportándole múltiples beneficios, como la hidratación y la recuperación de volumen. Sus ventajas respecto el colágeno para el relleno facial son claras: el ácido hialurónico es más duradero y provoca menos reacciones alérgicas, por lo que resulta una excelente opción para borrar las arrugas.
El ácido hialurónico, en forma de gel, se utiliza para el relleno facial de aquellas zonas que sufren de forma más acusada el paso del tiempo, como son el contorno de los ojos, el entrecejo, las comisuras labiales, los pómulos o los surcos nasolabiales. Se trata de un tratamiento rápido y poco doloroso a través de infiltraciones mediante las cuales se van rellenando los pliegues y arrugas de la piel. Los resultados del tratamiento se producen de forma inmediata, devolviendo a la piel su aspecto terso y joven. Respecto a la duración de su efecto, aunque depende de factores como la edad, la zona tratada o la calidad de la piel, pueden durar entre 9 y 12 meses, por eso las sesiones suelen realizarse una vez al año.