¿Qué es el acné, cómo se forma y cómo tratarlo? [Guía para esteticistas profesionales]
Seguro que cada semana se repite una situación parecida a esta:
Recibes una llamada de teléfono de Sonia, una clienta que hace tiempo que tiene problemas de acné.
Está cansada de probar cremas y remedios caseros que no le funcionan para nada.
Puede que hasta haya cambiado sus hábitos alimenticios, porque alguien le ha dicho que la comida picante, los lácteos e incluso el chocolate empeoran su acné.
Pero aún así nada.
No consigue quitárselo de encima.
Si te encuentras en esta situación, ¿Qué solución le darías?
¿Podrías ofrecerle un tratamiento tan eficaz como para eliminar ese acné en unas pocas sesiones?
En este post te vamos a ayudar a entender esta dolencia: qué tipos hay, cómo se forma, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla en tu centro.
Eres esteticista profesional.
Esto quiere decir que te preocupas por el bienestar de las personas como Sonia, que cada día acuden a ti en busca de ayuda.
Sabemos que te gustaría estar a la altura para ser tú (y no tu competencia) quien consiga darle la solución que está buscando.
Sigue leyendo y descubre cómo lo vas a conseguir.
Contenidos
¿Qué es el acné?
Se trata de un trastorno en la piel que se desarrolla cuando los folículos pilosos se tapan ya sea con células, piel muerta, suciedad o grasa.
Esto impide que el sudor o la grasa del cuerpo sea liberada correctamente y se acumule dentro de los poros.
Lo que causa puntos negros, blancos, entre otros.
Aunque suele afectar a una gran cantidad de adolescentes, el acné es una afección de la piel que se puede presentar en cualquier persona y a cualquier edad.
Puede aparecer en el rostro, el pecho, la espalda y los hombros, independientemente de que se tenga piel seca, normal, grasa o mixta.
¿Qué tipos de acné hay?
Dentro de los diversos tipos de acné que existen, los detonantes más comunes son la edad, los hábitos alimenticios y de higiene, el tipo de piel y otros factores de salud tanto internos como externos.
En este sentido, los siguientes son los más comunes en las citas dermatológicas.
Neonatal
También conocido como acné del lactante.
Se manifiesta en las primeras semanas de vida del recién nacido y puede prolongarse durante varios meses.
Por lo general, es el resultado de la actividad hormonal materna durante el embarazo y es más común en los varones.
Vulgaris
Es el tipo de acné más común y se presenta principalmente durante la adolescencia como resultado de las fluctuaciones hormonales que acompañan a la pubertad.
La elevada producción de andrógenos aumenta el volumen y la producción de las glándulas sebáceas.
Conglobata
Es uno de los más temidos por las notables cicatrices que deja en la piel.
Causa mucha inflamación y enrojecimiento debido a que con frecuencia lo forman dos o más nódulos quísticos de un tamaño considerable y poco común.
De adultos
Aparece durante la adultez sin razón aparente.
O tal vez es una continuación del acné vulgaris presentado durante la adolescencia, pero con lesiones de mayor tamaño.
El consumo de tabaco, así como el estrés, pueden empeorar el acné y retardar su desaparición.
Premenstrual
Es común que la mayoría de las mujeres desde el desarrollo hasta la menopausia presenten algunos brotes de acné los días previos a la menstruación.
Suelen ser espinillas de menor tamaño y desaparecen al finalizar su ciclo menstrual.
Quístico
Son grandes lesiones inflamatorias en la piel de la cara y la espalda que aparecen en forma de pápulas.
Son lesiones de menor tamaño de color rosáceo y muy doloroso al tacto.
También puede presentarse como pústulas, otro tipo de lesión en forma de ampolla llena de líquido.
¿Cuáles son los síntomas del acné?
Los principales síntomas del acné son enrojecimiento e inflamación de la piel, formación de espinillas, puntos negros, nódulos y quistes con contenidos semi solidos o líquidos.
Hay que destacar que en diferentes zonas del cuerpo cuya concentración de glándulas sebáceas es mayor, pueden causar dolor de mayor o menor grado dependiendo del tamaño y de la profundidad en la piel.
¿Cómo se forma el acné y qué factores influyen en su aparición?
Durante la niñez las glándulas sebáceas suelen producir la cantidad necesaria para mantener la piel lubricada de forma natural.
Sin embargo, durante la pubertad dichas glándulas comienzan a producir más sebo, la piel se vuelve más grasosa favoreciendo así la acumulación de impurezas que causan la obstrucción de los poros.
Las células muertas y otras impurezas obstruyen los micro conductos que rodean cada folículo capilar causando inflamación, enrojecimiento y la acumulación de las bacterias.
Sin embargo, existen varios factores que influyen directa y considerablemente en la aparición del acné.
Estos son las más frecuentes:
El estrés
Diversos estudios han confirmado que si bien el estrés no es en sí un desencadenante del acné, sin duda es un factor que lo empeora provocando que se agranden las espinillas y granos ya existentes o multiplicándose.
Los cambios hormonales
Las alteraciones en la producción de hormonas que ocurren en el organismo durante la pubertad y en los embarazos o menopausia es un detonante frecuente en la aparición del acné.
La falta de higiene adecuada
Los poros son pequeñas aberturas a través de las cuales la piel respira y transpira.
Para que estos no se obstruyan debido a la grasa e impurezas de la piel y del medio ambiente debe haber una rutina diaria de limpieza.
Una enfermedad subyacente
Si el acné aparece de forma imprevista durante la adultez pudiera ser indicativo de alguna enfermedad que se está manifestando.
Esta enfermedad podría ser en el estómago o en algún órgano vital.
Por esta razón no debe tomarse a la ligera, sino que es importante acudir al médico.
Factores de riesgo del acné
Uno de los factores de riesgo del acné es el contacto de la piel con sustancias como lociones o cremas a base de aceites.
Del mismo modo la presión o fricción en la piel por cascos alrededor de la frente, teléfonos móviles y bolsos ajustados en la espalda pueden causar lesiones inflamatorias e impedir que la piel respire con libertad.
Otro factor que influye considerablemente en la aparición del acné es la predisposición genética.
De este modo, si el padre o la madre padecen de acné o lo han padecido en el pasado hay un alto porcentaje de probabilidades de que el paciente lo presente en la adolescencia o en el transcurso del tiempo.
Consejos que puedes dar a tus pacientes para prevenir y mejorar su acné
Estas recomendaciones son útiles para los pacientes con acné:
No presiones las espinillas o granos
Aunque pueda requerir un gran esfuerzo, resiste la tentación de hurgar o reventar los brotes de acné.
Hacer esto es muy contraproducente ya que causará inflamación y posibles infecciones que dejarán marcas.
Mantén la piel libre de grasa
Lavar el cutis dos veces al día con agua tibia y jabón neutro mejora y previene el acné.
De igual manera, si llevas flequillo u otro corte de pelo que caiga sobre la cara, asegúrate de mantenerlo siempre limpio para que la grasa y otras suciedades del cabello no toquen tu rostro.
Vigila tu dieta
Cada persona es diferente, por lo tanto, lo que a unos les produce acné a otros no.
Es por eso que surge la importancia de que cada persona vigile su alimentación y esté atento a los productos que empeoran el acné y los evite.
Evita productos que obstruyan los poros
Usa protectores solares, cremas hidratantes y maquillaje no acnegénicos ni comedogénicos.
Es decir, que no obstruyan los poros ni favorezcan la aparición de acné.
¿Cómo se trata el acné?
Para que el tratamiento cumpla su objetivo y los resultados sean favorables, este debe estar siempre acorde con el tipo de acné específico que presenta el paciente y con el nivel o avance de su caso específico.
De lo contrario, este podría empeorar o no tener ningún alivio.
Estos son los tratamientos para el acné tópicos y sistémicos con los que se puede tratar el acné:
Tratamientos sistémicos
Suele administrarse simultáneamente con el tratamiento tópico.
Consiste en la medicación vía oral de antiandrógenos, antibióticos y antinflamatorios. Se recomienda solo para casos graves o moderados, no son necesarios en los casos de acné leves.
Tratamientos tópicos
Consiste en la aplicación directa sobre la zona afectada de cremas, geles o ungüentos a base de antiacneicos tales como la tretinoína, el peróxido de benzoilo, la dapsona, el ácido salicílico, entre otros componentes que ayudan a desinflamar y a evitar infecciones.
La fototerapia
Es un tratamiento muy recomendado en la fase más inflamatoria del acné.
Es de lo más efectivo para erradicar las bacterias que suelen complicar el acné, así como para eliminar infecciones dándole a la piel aspecto saludable.
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La microdermoabrasión
Es otro tratamiento recomendado por dermatólogos.
Consiste en sesiones de exfoliación química profunda que elimina progresivamente las manchas causadas por lesiones inflamatorias, como pápulas, pústulas y formas de acné severo.
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Llegado a este punto, seguro que te encantaría ofrecer resultados increíbles a quienes acuden a tu centro para solucionar sus problemas de acné.
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