Frotox: nuevo tratamiento antiarrugas alternativo al botox
No es una novedad que el frío produce efectos sorprendentes en los tratamientos envejecimiento. De hecho, hace algún tiempo que la criolipólisis se utiliza en los centros de estética para reducir la grasa en zonas localizadas del cuerpo con excelentes resultados. Pues bien, ahora es el turno de un nuevo tratamiento basado en el frío, una alternativa al botox para eliminar las arrugas de expresión en el tercio superior del rostro. Se trata de la crioneuromodulación, una nueva técnica desarrollada por el laboratorio Myoscience y bautizada en Estados Unidos como frotox.
La crioneuromodulación consiste en enfriar y paralizar temporalmente el nervio que controla los músculos que causan las arrugas en la frente y el entrecejo, cuya aplicación está aprobada también como tratamiento terapéutico para el bloqueo del dolor. La aplicación del frotox se realiza a través de un dispositivo que cuenta con unas pequeñas agujas con las que se inyecta nitrógeno líquido en ráfagas de 30 segundos sobre el tejido del nervio periférico, de forma que se relajan los músculos y por tanto se eliminan las arrugas. El tratamiento requiere de anestesia local y tiene una duración de unos quince minutos. Los únicos efectos secundarios son la inflamación y el enrojecimiento de la zona, que desaparecen al poco tiempo.
Las ventajas del frotox respecto a la toxina botulínica son claras. No solo porque el frotox no es tóxico, sino también porque mientras el efecto del botox se aprecia a partir de los tres días de su aplicación, el frotox actúa de inmediato, eliminando las arrugas de la frente y el entrecejo al instante y con resultados más naturales. La duración máxima de este efecto es de entre tres y cuatro meses, pasados los cuales los nervios restauran su función.