Tratamientos para mejorar tu circulación
Un mal funcionamiento del sistema circulatorio ocasiona daños a nuestra salud. Además, cuando este padecimiento se manifiesta en forma de celulitis, varices o edemas, nuestra autoestima puede verse afectada. Afortunadamente, existen tratamientos que pueden prevenir y brindar alivio a los problemas que causan una deficiente circulación y, al mismo tiempo, darle a nuestro cuerpo una apariencia más estética. Cada uno ataca a la raíz del problema de una forma diferente. Hablemos de dos de ellos: la presoterapia y la termoterapia.
Cuando el sistema de bombeo del corazón no funciona de forma adecuada, se produce un estancamiento en el flujo sanguíneo de las venas y capilares.
La presoterapia realiza una función parecida a la del corazón en las zonas que este órgano está teniendo problemas para alcanzar. Se trata de un sistema de compresión, controlado por medio de aparatos, que cuenta con cinco cámaras independientes que se colocan alrededor de las extremidades y se llenan de aire cuando se acciona el dispositivo. Esta terapia contribuye a estimular el flujo venoso.
Pero el transporte de sangre no solo es responsabilidad del corazón. También participa el sistema nervioso simpático, el cual posee dos mecanismos que contribuyen a dilatar o contraer los vasos sanguíneos de la piel. Tienen una función termorreguladora, es decir, modifican la temperatura del cuerpo.
Cuando el cuerpo es sometido a calor, el aumento de la temperatura produce un incremento en la actividad del sistema nervioso simpático vasodilatador, lo que da lugar a la liberación de sustancias como la histamina, bradiquinina y las prostaglandinas. Esta reacción del organismo produce una mayor irrigación de sangre en todo el cuerpo.
Este comportamiento natural de nuestro organismo al ser sometido a temperaturas elevadas es lo que inspiró el empleo de la termoterapia, que consiste en la aplicación de calor en ciertas zonas del cuerpo. Existen diferentes métodos para efectuar esta terapia: compresas calientes, baños de cera, saunas, entre otros. Pero cuando se requiere llegar a tejidos más profundos se recurre a la termoterapia. Esta técnica emplea aparatos estetica especializados que aplican calor a ciertas zonas del cuerpo mediante ultrasonidos, ondas de choque y radiación infrarroja.
Un mejor funcionamiento del aparato circulatorio reduce la hinchazón, la sensación de fatiga, la acumulación de tejido adiposo y la dilatación venosa. Además, favorece el abastecimiento de oxígeno de todo el cuerpo. Vale la pena probar alguno de estos tratamientos. Mejorará nuestro bienestar y calidad de vida.