El sofrito casero, mejor con cebolla
La cebolla es un ingrediente fundamental en la cocina mediterránea. Ahora, un nuevo estudio, revela que en el caso del sofrito de tomate, alargar los tiempos de cocción y añadir cebolla ayuda a potenciar los beneficios de esta tradicional salsa presente en numerosos platos de la dieta mediterránea.
Se trata de la conclusión de un estudio desarrollado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) y de la Universidad de Barcelona, publicado recientemente en la revista Food Research International. La investigación ha demostrado por primera vez los efectos de la interacción de los distintos ingredientes con que se elabora el tradicional sofrito de tomate y sus efectos en la producción de licopenos, el carotenoide con mayor presencia en el tomate y sus derivados.
El estudio concluyó que los tiempos de cocción más largos, cercanos a la hora, y la introducción de la cebolla en la salsa están relacionados con una mayor producción de 5-Z-licopeno, 9-Z-licopeno y 13-Z-licopeno, substancias beneficiosas por su capacidad antioxidante y protectora frente al cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Tal y como señala el CIBERobn, el sofrito casero de tomate es la principal fuente de carotenos asociados con la regulación lipídica y los biomarcadores inflamatorios. La cebolla y el ajo presentes en esta receta, además, presentan beneficiosos efectos frente a las enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y cáncer, por lo que el sofrito casero de tomate resulta una salsa imprescindible en la dieta. Así lo revela también el estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea).