3 recomendaciones para proteger tu piel del sol
No cabe duda que para muchas personas tomar el sol es uno de los mayores placeres del verano. Pero pese a la satisfacción que nos puedan producir los baños solares y el beneficio que obtenemos por la absorción de vitamina D, no cabe confiarse, ya que el sol es el responsable de la aparición de manchas y del envejecimiento de la piel, así como del cáncer cutáneo. De hecho, los daños en la piel producidos por el sol son irreversibles. Por ello, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones para evitar los riesgos asociados a la exposición solar.
Te los resumimos en 3 puntos:
- Usar cremas protectoras con factor superior a 30. La aplicación debe realizarse media hora antes de la exposición al sol y repetirla cada dos horas.
- Evitar las horas centrales del día. Se recomienda no tomar el sol entre las 11 y las 16 horas.
- Protegerse con sombreros, gorras o gafas, así como usar ropa oscura para conseguir una mayor protección.
La importancia de la autoexploración para prevenir el cáncer
Los expertos señalan la necesidad de revisar nuestra piel al menos una vez al mes y de acudir al especialista ante la aparición de cualquier mancha sospechosa o la observación de cambios en lunares, manchas o lesiones de la piel. De forma general, hay que estar alerta ante las manchas que han cambiado de tamaño, color o forma; las que son diferentes del resto, asimétricas, tienen un tacto áspero, tienen varios colores, son mayores de 5 cm, pican o sangran, tienen una superficie brillante, o parecen una herida pero no cicatrizan.
La exploración debe realizarse delante de un espejo de cuerpo entero y con buena iluminación. Es recomendable tener a mano un espejo pequeño con aumento y apuntar en un papel cualquier signo de alarma que se observe, tanto en las zonas visibles o más expuestas al sol como en aquellas que quedan más ocultas a los rayos solares, como manos, axilas, pecho, nuca, espalda, glúteos o pies.