EQUIPO DE CRIOLIPÓLISIS

La crioterapia consiste en la aplicación del frío en la zona de adiposidad localizada para conseguir la degradación selectiva de las células grasas de una manera indolora, efectiva y duradera.

Las células grasas o adipocitos que se encuentran en el tejido subcutáneo son ricas en ácidos grasos saturados, lo que las vuelve especialmente sensibles al frío. En un entorno por debajo de los 10ºC pasan a estado sólido provocándose un proceso de alteración, que manteniéndolo un tiempo determinado, provoca un daño irreversible que culmina en la autodestrucción del propio adipocito sin necesidad de dañar otros tejidos que contienen agua (piel). A este proceso le llamamos apoptosis.

La succión adecuada mediante un dispositivo de succión Vacum es fundamental dado que bloquea el torrente sanguíneo, garantizando la completa estabilidad de la temperatura corporal de la zona tratada.

Una vez inducido el proceso de apoptosis los macrófagos, progresivamente, digieren mediante fagocitosis los adipocitos para ser procesados y eliminados por el sistema linfático.

Para la eliminación definitiva de la adiposidad localizada en abdomen, cintura, cadera, muslos, rodillas y brazos.

El equipo CRIOX AVANXEL dispone de dos manípulos de aplicación que funcionan simultáneamente para poder realizar el tratamiento de dos zonas a la vez.

Los resultados son la reducción de los nódulos celulíticos. El adipocito tratado no vuelve a aparecer, remodelando las curvas estéticas y eliminando la piel de naranja.

La sesión tiene una duración mínima de 45 minutos pudiendo llegar a un máximo de 60 minutos.

Son visibles 15 días después de la sesión, y definitivos transcurridos de 40 a 60 días.

Depende de cada persona, zona a tratar y grosor del estrato de tejido adiposo.

Se logra eliminar grasa de una forma no quirúrgica.

El resto de células que se encuentran en el entorno de la grasa son pobres en lípidos, como los vasos sanguíneos, melanocitos, sistema nervioso periférico, fibrocitos… su temperatura de afección celular es muy inferior y, por lo tanto, podemos afirmar que el procedimiento dispone de un amplio margen de seguridad.

El tratamiento es indoloro ya que la zona está «dormida» por el frío. No hay agujas ni reacción inflamatoria posterior. Pudiendo observase en pocos casos la aparición de hematomas, que en unos días desaparecen.